Apezetxea-Santesteban despachan a Lizeaga-Bernaola de Zumaia

La tercera jornada de cuartos de final en el Dinastia Etxabe de Zumaia trajo dos nuevos resultados que valen para ocupar la plaza en las semifinales.

Después del sentido homenaje a Xabier Zubiria, pelotari fallecido este pasado fin de semana, ha arrancado el festival con el duelo de los promesas. Harkaitz Murua (Intxurre) y Aitor Etxeberria (Oiarpe) derrotaron por 22-13 a Iker Izagirre (Lapke) y David Salinas (Jarrero).

Sería un 4-1 inicial el que sirvió para que Iker y David se situaran por delante, pero vivieron cómo la dupla compuesta por dos guipuzcoanos iba a ser más. La diferencia se fue proponiendo en la zaga con un Salinas que erró mucho. Fueron hasta 14 las pelotas que dejó sin poner en el frontis además de tener como rival como Etxeberria que le dominó y que con la derecha supo abrir huecos. Murua, no iba a aprovechar las oportunidades delante sino que viendo de donde venía la fractura, cargó mucho el juego sobre la zaga.

Izagirre, sin embargo, no iba a parar de intentarlo mostrando su peligrosidad. Durante la primera parte si le sirvió para que se mantuvieran, pero después el dominio sería claro. Además, Murua, también implementó su situación en busca de los ángulos en la delantera para que la diferencia no finalizara de crecer.

Seguidamente, entre los sub 23, fueron Beñat Apezetxea (Umore Ona) y Endika Santesteban (Irurtzun) los que doblegaron por 22-16 a Eñaut Lizeaga (Mundarro) y Aingeru Bernaola (Manaria). Son los primeros cabezas de serie que se quedan fuera de combate durante esta edición.

La primera parte trajo a un Lizeaga que hizo bastante con golpeos como la volea o el gancho, pero también deshizo con errores claros. A Santesteban le costó arrancar al cometer algún fallo en busca de esa potencia de alargar el pelotazo que se le marcharía al colchón de arriba. A partir del ecuador se ha ido rompiendo el compromiso con un Apezetxea muy recto que terminó finalizando hasta seis tantos. Santesteban, se colocó con el traje de trabajo para tener a un Bernaola que mostró esa gran seguridad que dispone. Aun así, iban a ser los fallos de Lizeaga los que provocarían que los navarros fueran cogiendo mayores diferencias. Finalmente, fue un 22-16 para un Apezetxea que mostró aplomo y liderazgo mientras Endika iría a más a medida que los minutos pasaban.